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Voceo al viento tu nombre, sutil pasea por mi olfato
tu perfume.
Ofrendo mi corazón al dolor, armonioso
me brinda recuerdos.
Obsequio al alma mi sentir, y orgulloso
me ofrece escalofríos.
.
Al aire grito, al mar suplico, al cielo
imploro, al sol le lloro.
Mendigo a la tierra el fruto abandonado,
no cultivado, perdido.
Me entrego sumisa a la luna,
apasionada celestina del amor
Observo mi entorno
en impertérrita soledad, vacío, hueco, sordo.
Mi mente invalida mi cuerpo abrazada
por la enajenación.
Hundida, agotada, vencida, se apodera de
mi la despersonalización.
—¿POR QUÉ?, ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ?
Dime demuestra exige dialoga, lucha.
Mi cuerpo un río, mi garganta
exhausta, mi mente no descansa, mi alma aniquilada, mi corazón
muerto, mi deseo ferviente, mi voluntad inerte.
Razono, me interrogo... ¿llegamos
al punto de no retorno?
cruel y maldito punto, insistió hasta
que lo consiguió,
En nuestra estupidez y superioridad, por
orgullo le permitimos a ese maldito endemoniado triunfar.
Recobro algo de cordura me paro a
valorar;
—lo mismo no supimos
cultivar, regar, demostrar, cuidar, mimar,
demasiado orgullo alimentó al cruel al sin
piedad, "punto de no retorno".
QUE YA…. TOTAL…. QUE MÁS DA
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