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https://youtu.be/tXSBrbiS9yg

viernes, 16 de febrero de 2018

RUFO



                                


  RUFO

            Después de una larga, aburrida, movida y pensada noche sobre quien podría, o pudiera haber sido el indeseable que colgó a Rufo de la barandilla de la escalera, amanecía. - Aquel insensato café, por favor, ¿a quien se le ocurre? no eran horas-

           - No se encontraba cansada tampoco despejada, simplemente, no se encontraba, pero eso no era ninguna novedad, llevaba meses sin encontrarse, claro que tampoco se buscaba, al fin y al cabo, se decía, -¿que necesidad tengo de averiguar que demonios me pasa? 

- Al pronunciar la palabra demonio, le asalto otra pregunta


      ¿Que tienen que ver los demonios con que duerma o deje de dormir? pues quizá si, mira, quizá tengan mucho que ver pero a fin de cuentas, la relación o no que tengan los demonios con mi descanso o no descanso, es algo de mi propiedad, que si son responsables, de mi o de mí no descanso, son solo míos, y tal vez más que demonios sean fantasmas.

          - se interroga de nuevo -

          ¿Porque fantasmas tomaría ese café, habiendo infusiones? me pregunto yo, a mi misma, claro, porque aquí no a nadie, aquí realmente no hay nunca nadie, ¿nunca?, tampoco haría honor a la verdad, de entrada estoy yo, que desde luego por descontado soy alguien, sin lugar a dudas alguien muy importante, al menos para mí.

         ¿En honor a la verdad? esto me hace pensar, que la verdad es un valor, ¿o no? según se mire, quizá recapacitando a veces sea mejor y haga menos daño una mentira, o lo que es aunque no es lo mismo, una omisión, que a fin de cuentas quizá sean primos hermanos, la mentira y la omisión quiero decir.

          Bueno debo ser honesta, otro valor importante desde luego, no se si igual que la verdad, aunque hay quien no lo practica ni consigo mismo porque realmente actuar rectamente cumpliendo deberes de acuerdo a la moral, y especialmente en cuestión de propiedad ajena y transparencia en los negocios, no sé yo si se prodiga mucho por esta jungla nuestra, ya sabéis el mundo este en el que vivimos , bueno no tengo más que escuchar o leer las noticias para darme cuenta que tanto verdad como honestidad quizá estén en decadencia, ¿o quizá no? porque digo yo, si nunca brillaron por su existencia practica, como van a brillar por su ausencia, pues va a ser que no, va a ser que sencillamente eso de cumplir deberes de acuerdo a la moral, ummmm va a ser que,... 

        
        Bueno sera que es de ser complicadillo. Según pienso esto, recuerdo una frase de alguien, de no sé quien pero eso da igual, bueno en honor a la verdad si lo recuerdo, pero como Miguel de Cervantes, hago como que no, simplemente lo quiero omitir, la frase, dice así

                 "A CADA UNO LE DUELE LO SUYO"

     Me pregunto, yo de nuevo respecto a lo de antes, ya sabes a lo de, verdad, mentira, omisión, que si omiten o mienten sobre una información, hecho o circunstancia, que el personaje en cuestión considera que dar verídica información, ocasionaría un sufrimiento innecesario en la otra persona, que digo yo, por decir algo, que la frase esa de

                   "A CADA UNO LE DUELE LO SUYO"      

      La aplico al receptor, y suponiendo que dicho receptor, en algún momento de su engañada u omitida existencia, se enterase de esa mentira u omisión, quizá, me pregunto yo ¿No le dolería más el engaño, u la omisión, que si le hubieran notificado la verdad del suceso acaecido?

             "SI A CADA UNO LE DUELE LO SUYO"

       Seamos honestos, digamos verdades como puños, dejemos de omitir por no hacer daño, que el receptor decida por el mismo si le duele o no, si sufre o, no, y que hace con la información.

        Asi que, digo yo, ¿porque, no le echan bemoles y le cuentan a don Francisco, el vecino del tercero, quien colgó a su gato rufo, que don Francisco decida si le duele, o no, que hace o que no con la información, digo, que,

                "SI A CADA UNO LE DUELE LO SUYO"

         Está en su derecho, ¿no?