Una simple palabra que nunca lo
es. un gesto, una imagen.
la profundidad de una mirada, un
fugaz pensamiento, una risa, un recuerdo.
Pilares para construir historias
fantásticas, entretenidas, divertidas, pasajeras,
historias que perduran, profundas,
intensas, sentidas.
Provocan acumulando y acumulan provocando,
provocan sin medida sentires que
generan más sentires,
provocan que húmedas perlas se
deslicen silenciosas
por la mejilla del protagonista,
alcanzando su comisura,
una perla, otra más, infinidad
de perlas, bravías silenciosas.
Historia por acumulación de punzante
dolor,
provocando el peor de los sentires,
impotencia y decepción,
no hay gemidos ni sonidos se
ensaña, destroza, rompe, abrasa.
Esas son y no otras las
historias que hacen historia,
anulando al personaje, nublando
su razón, historia de mudo dolor.
En su última parada por
designios del destino, el personaje descubre
que la decepción de la que dudo
si fue tal decepción
la impotencia aparece de la mano
del silencio llorado
De estos y quizá otros pesares
nace el milagro
historias que forjan recuerdos
recuerdos que engendran
historias
a final de cuentas, historias
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