Tantas y tantas veces, tantas y tantas más, se lo decía
volvía y volvía, a decírselo
aquel día no fue diferente, también se lo manifestó
- Te Amo demasiado
- Te Amo demasiado
A ella, le faltaba aire para respirar, respiraba hacia dentro, por un por si acaso
la faltaba espacio para moverse, lo hacía en circulo, sobre si misma
por un sí molesto, por un si .....
Por millonésima vez sus oídos escuchaban esa frase, que se le antojaba amenazadora
saco fuerzas de flaqueza
mirándole a los ojos fijamente,
recobrando la seguridad perdida, en sí misma, con fuerza
sin permitir incisos ni interrupciones, con decisión ferrea, le pregunto
- Perdona, que dices?
- Te quiero demasiado, no lo olvides
ella comenzó su disertación e increpó
¿Tu?, Tu no me amas, el amor no tiene apellidos
tu espíritu es cobarde, y los espíritus cobardes, no aman
son espíritus que acaparan y les falta osadía
la osadía del guerrero que juega limpio, que juega para ganar sin robar
con lealtad, sinceridad y honestidad,
¿Tu?, tu no me amas, tu amor no es juicioso, ni ponderado
no es reflexivo, sereno o loco
Tu amor tiene apellido, el apellido de la posesión,
El martirio, las medias tintas,, el apellido del miedo,
de la mutilación e intolerancia,
tu amor es enfermizo, hiriente y suspicaz.
escucha esto:
Nunca más volverás a decirme el apellido del que tu llamas amar
nunca más, me sentiré intimidada con esas tus palabras, te lo digo,
No me lo dirás mas, nunca mas, porque tome una decisión, mi decisión
no estaré a tu lado no lo podré escuchar, porque el juego se zanjó,
se acabó no jugare mas a tu juego
El, perplejo la escucha, la mira con esa su mirada, la de
no sigas, recuerda, te amo demasiado
entonces hubo un sordo silencio oscuro teñido de pinceladas rojas
A ella le quedaron cicatrices por valiente
conquistó su vida y supero el miedo Y FUE ELLA MISMA
A él, el rencor del cobarde
en ese instante, el apellido del amor,
desapareció para siempre.
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