Ella…. más de lo mismo, todos
los días más de lo mismo. se levantaba vestía a sus hijos les daba de
desayunar los llevaba al colegio, volvía y hacía las faenas Rutina,
rutina, rutina más y más de lo mismo.
El… un hombre triste apagado
apático, se limitaba a salir de madrugada cuando el alba aún no había
despuntado acudir a su aburridísimo trabajo y volver a casa tarde, muy tarde. Echaba
horas muchas horas, así, conseguía, remuneración extra, estar fuera del hogar y
tiempo para él, que le permita; No ser así como realmente no era, no ser así,
como sólo era en casa y para los de casa.
Ella, mujer, inteligente,
luchadora, con ideales, con inquietudes, con proyectos, sensible, imaginativa,
resolutiva, comunicativa, sociable, con don de gentes. Ya no pensaba, no
luchaba, no proyectaba perdió sus inquietudes, ni resolvía ni imaginaba. Se limitaba
a comunicarse con nadie, no sociabilizaba ni con ella misma. Respecto al don de
gentes ... ¿Con que gentes? iba a manifestarse
ese don.
Ella, como El, también se
levanta antes que despunte el alba.
Ella, como El también echa
horas, muchas horas.
Ella, al contrario que El, no
recibía remuneración, no disponía de ese tiempo para ella.
no era como No era,
Ella, era eso un resultado, una consecuencia,
la consecuencia de lo ¿que:?
¿El tiempo?
¿El destino?
¿La vida?
¿Quién o qué?
¿Su propia consecuencia?
La que ella, callada y sumisa consiente.
No tiene fuerzas para cambiarlo
todo y vivir.
A
TANTAS ELLAS SOLO VIVE
...(2/8/16 GRACI)
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