
Ella,
violo mi intimidad, yo traicione su confianza, la desconfianza generada por
acontecimientos anteriores, la empujo, aquel sonido indicaba que entraba un
mensaje, no se pudo resistir lo intuía, lo abrió, lo leyó, me lo rebozo en la
cara me lo recrimino.
Aquella
aventura desventurada, aquella aventura, sin consumar aquellas consecuencias,
aquel acto que realmente no era tal acto, ella nunca me creyó, se sintió
traicionada.
Mi
vida dio un giro inesperado, todo se desmorono, sentí un gran vació, un
sentimiento de culpabilidad embargo todo mi ser, no tenia justificación alguna.
Ocurrió,
baje a los infiernos, atravesé aquel desierto, cruce aquella frontera, conviví
con mi soledad mi desazón, mi propio castigo. Martilleaba incesante en mi
cabeza aquella eterna pregunta.
¿Qué
necesidad me empujo a destrozar aquellas vidas?
¿Qué
necesidad me empujo a destrozar mi vida?
Remonte,
me di cuenta, me percate, no, no era vida, era una vida apática era una vida
sin vida llena de rutina, sin emociones, más y más de lo mismo, eso me empujo.
Como
el Ave Fénix remonte de los infiernos, regrese al otro lado del desierto, abandone
mi soledad, mi desazón, deje de castigarme,
Ahora
sí, ahora soy yo, me reconozco, soy feliz.
Aquella
aventura desventurada, no consumada, me ofrece una nueva oportunidad, reporta a
mi vida un aire nuevo,
Aquella desventura son pilares, pilares
fuertes.
Hoy mi vida, sí,
es mía hoy soy capaz de gobernar mi vida hoy si, hoy soy fELIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario