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AMBIVALENCIA Y CATARSIS
Toda su vida se transformo, en un solo pensamiento
TE EXTRAÑO
Todo empezó, un día de un mes de un año cualquiera
en un sitio cualquiera de un lugar cualquiera
en realidad, que más daba, que más da, daba, y da igual,
el hecho, era, es, que
TODO EMPEZO
quizá, ese poder sobrenatural, inevitable e ineludible
que posiblemente sea guía de la vida de cualquier ser,
hacia un fin no escogido,
tenga entre sus obligaciones unir almas
equivocarse, es de sabios
y atribuyo sabiduría al destino, así,
quizá el destino, también se ¿equivoque de vez en cuando?
quizá si, o tal vez, no
El Alma humana, nuestra Psique, fuerza vital del individuo
entra en escena activando nuestro subconsciente,
llamando a la introspección, ese estado - según Descartes -
de transparencia de la irreflexión hacia uno mismo, que,
unido a la terquedad, nos hace, interesadamente, creer y afirmar
que el destino se equivoca
manifestando - No era mi destino, no era nuestro destino -
Y al final, haciendo alarde de una extrema terquedad
dejando patente nuestra idiotez
en el mismo instante que manifestamos:
- EL DESTINO SE EQUIVOCA -
Se sucede la CATARSIS
LÁGRIMAS DE SANGRE BROTAN EN SILENCIO
Entonces, aparece, "ese", el sinónimo de soberbia,
le adoptamos, nos lo quedamos
le damos un gran hueco en nuestra cabeza,
nos aferramos a el
Porque aún no sanando el dolor de nuestra alma por ese amor perdido
creemos que alivia.
Así, mientras lágrimas de sangre en silencio recorren nuestras mejillas
aparece "ese" el ORGULLO, lo hacemos nuestro, aún sabiendo que
esta ambivalencia, deja patente y desnuda nuestra estupidez
Así, todo acabo, un día de un mes de un año cualquiera
en un sitio cualquiera de un lugar cualquiera
en realidad, que más daba, que más da, daba, y da igual,
el hecho, era, es, que
TODO ACABO.
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