HASTA SIEMPRE (bis, 25/3/17)

                                    HASTA SIEMPRE

                Todas las mañanas despertaba con una única esperanza, un único deseo
toda su vida se centraba en aquella caja con una ranura horizontal, había pasado casi un año, pero no lo aceptaba. Había querido, amado, deseado tanto, tanto y mas, mucho mas, mucho mas de lo inteligible.

                     El mensajero de noticias, pasaba puntualmente todas las mañanas y el, también puntualmente esperaba todas las mañanas su visita, era todo un ritual repetido.

                    Era imposible aceptarlo,  imposible,  entenderlo. Siempre considero que su relación era una relación profunda, una relación estable, estaba seguro, eran felices o al menos así lo vivía el, tantas veces, le había susurrado al oído nunca nos separaremos, tantas.

                   Aquel día, cuando despertó, como tantas otras veces, el otro lado de la cama estaba vacío pero esta vez algo era diferente, era un vacío  frío, se le antojaba que no era pasajero, pensó que era una simple intuición y no quiso darle importancia, volvió a quedarse traspuesto, acarició el otro lado de la almohada, como abrazándola, de pronto,  súbitamente, todo su cuerpo tembló un escalofrío le embargó, sus ojos se abrieron como platos.

                  El responsable de esta alerta que le encogió el corazón,  no era mas que un simple papel, pego un salto cogió aquella hoja de papel, se sentó en el filo e la cama,
respiró hondo y se dispuso a leer.

                Aquel simple papel, se transformó en algo importante, aquellas letras que formaban palabras, y aquellas palabras que creaban frases, hacían todo un texto, un texto breve, muy breve, lo decía todo y no decía nada, producía un gran dolor en su alma, rompía su vida, descolocaba su entendimiento.
                
                Aquel texto le desgarraba por dentro, visualizo, leyó y releyó, no daba crédito, no lo entendía, no lo asimilaba, era una gran interrogación, ¿porque?

                Leía y releía, con la esperanza de no entender, con la esperanza de darle otro significado a esas palabras que formaban aquella frase, aquella maldita frase que no comprendía,

                                                   HASTA SIEMPRE


    ¿Hasta siempre?, había pasado casi un año de aquel "hasta siempre".
    Empezaba a comprender, que:

                                                    Un siempre, siempre termina
                                                    y un nunca, nunca se cumple.